Los detalles de la situación son aún más impactantes. Almandoz no operaba sola; junto a su esposo y uno de sus hijos, lideraba una banda dedicada al narcomenudeo que distribuía estupefacientes en varias localidades cordobesas.
La Policía cordobesa calificó el caso como una «banda familiar dedicada a la venta de estupefacientes», principalmente en Río Segundo y la ciudad de Córdoba.
Después de un año de investigación, se logró identificar a Almandoz y su familia, quienes distribuían drogas en pequeñas cantidades para el consumo en las localidades ya mencionadas. Sin embargo, el negocio se expandió rápidamente, llegando a localidades como Costasacate, La Juntura, Luque, Calchín y Sacanta.
El crecimiento del negocio llevó a que no solo distribuyeran en estas localidades, sino que también proveían a otras personas para la venta al menudeo.
La investigación, que conmovió a toda Córdoba, resultó en la detención de Almandoz, su esposo, su hijo y al menos otras seis personas involucradas en la red de venta de estupefacientes.
Varios allanamientos se llevaron a cabo en el departamento Río Segundo, específicamente en casas de Villa del Rosario. El quinto allanamiento tuvo lugar en el barrio Parque República de la ciudad de Córdoba.
Los resultados de los allanamientos confirmaron la comercialización de diferentes drogas, incluyendo plantas de marihuana y 375 dosis de cocaína. Además de drogas, se incautaron un automóvil, una réplica de arma de fuego, municiones, dos motocicletas y una suma importante de dinero: 1.837.000 pesos. Estos elementos formarán parte de las pruebas en la investigación sobre la presunta participación de Almandoz en el tráfico de drogas en Córdoba.
Actualmente, la causa está en manos de la Fiscalía de Lucha Contra el Narcotráfico, y los detenidos enfrentan cargos de infringir la Ley Nacional 23.737, que penaliza la tenencia, comercialización y distribución de estupefacientes.
